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El derecho a revocar el consentimiento es una herramienta legal que puede utilizar el usuario en cualquier momento con el fin de retractarse de su decisión. Esto aplica principalmente para el manejo de los datos. Esto se debe a que los mismos pueden ser utilizados por el receptor desde el momento en el que el usuario acepta los términos. Sin embargo, la revocatoria tiene muchos factores y parámetros que resultan de gran importancia para el profesional al ponerlo en práctica.

La normativa de protección de datos personales le adjudica un peso tan grande a la doctrina del consentimiento porque se encuentra en el ámbito de los derechos fundamentales. Así pues, el consentimiento es una garantía de la autodeterminación y el libre desarrollo de la personalidad del sujeto interesado. Este decide libremente, autorizar o no un determinado tratamiento de su información personal.

El consentimiento debe ser libre, informado, específico e inequívoco. Como todo ello está intrínsecamente ligado a una necesidad de transparencia. En efecto, para lograr un consentimiento que reúna todas las exigencias legales es preceptivo que el sujeto que consiente contenga toda la información al respecto. Lo anterior, de forma previa a la toma de decisiones, para que pueda garantizarse una decisión autónoma y libre. Todo ello en lo que se ha convenido en denominar “consentimiento informado”.

El derecho a revocar el consentimiento

Así pues, solo cuando haya un consentimiento informado, libre, específico e inequívoco. Podrá decirse que el consentimiento prestado en consecuencia es válido y el tratamiento de datos personales que operará como consecuencia, será lícito. Con ello se pretende garantizar que el interesado partícipe de forma voluntaria, consciente y activamente en la toma de decisión. Esto respecto del uso, cesión y tratamiento de sus datos personales. Así, se pretende garantizar la libertad de todo sujeto en la gestión de su información más privada. Desde una vertiente positiva del habeas data y, en última instancia, garantizar el libre desarrollo de su personalidad.

Esta capacitación de los sujetos interesados en la autogestión de su propia información personal comporta necesariamente, la posibilidad de estos de cambiar de opinión. Además de decidir libremente revocar el consentimiento otorgado previamente para un concreto tratamiento de datos personales. En este sentido, el reglamento general de protección de datos (GDPR) incluye un derecho general a revocar el consentimiento en cualquier momento. Tal y como recoge su artículo 7.3: “El interesado tendrá derecho a retirar su consentimiento en cualquier momento”.

Esta posibilidad se inserta, como decíamos antes, dentro del ámbito del consentimiento informado y de la información previa. La misma que debe suministrarse al interesado que consiente, en tanto que es una posibilidad de la que se debe informar al interesado en todo momento. Así como del resto de los derechos que se le reconocen. Así lo recoge el mismo precepto cuando, a continuación, señala “antes de dar su consentimiento, el interesado será informado de ello”.

Ejecer el derecho

En cuanto al modo de ejercitar esta revocación del consentimiento prestado, ello deberá comunicarse al responsable del tratamiento o bien. Esto por la vía indicada por este al interesado o de cualquier otra forma fehaciente, por un mero acto o por una declaración de voluntad. Lo mismo sin tener que alegar o probar la existencia de ninguna causa justificada. El responsable del tratamiento no puede obstaculizar la retirada del consentimiento ni tampoco puede exigir requisitos superiores ni dificultar de cualquier modo dicha revocación.

Este ejercicio de esta posibilidad debe de estar previsto por el responsable del tratamiento y debe facilitársele al interesado con todas las garantías. De hecho, este debe ser informado de tal derecho antes de dar su consentimiento, pudiendo ser ejercitado a su elección. Sobre esto, el propio reglamento dispone que “será tan fácil retirar el consentimiento como darlo”. Por ello, el interesado no puede verse forzado a esgrimir razones justificativas (al igual que no tuvo que alegar ni probar ninguna circunstancia para prestar su consentimiento).

Respecto de las consecuencias de esta retirada cabe señalar, desde el punto de vista del interesado, que no le podrá recaer ningún tipo de sanción. Esto no ira más allá de la pérdida de cualquier beneficio que pueda haber obtenido de la previa cesión consentida de los datos. Desde la perspectiva de los datos, la revocación no tiene efectos retroactivos y la misma impide cualquier tratamiento legítimo de los datos en el futuro. Es decir, la decisión del interesado de retirar el consentimiento para el tratamiento de sus datos no alterará la licitud del tratamiento basado en el consentimiento prestado con anterioridad a la revocación.

La transparencia y el derecho de acceso

Como venía apuntándose, todo ello está íntimamente relacionado con el respectivo derecho y deber a la transparencia en tanto que, para poder ejercitar la retirada del consentimiento, el interesado debe poder conocer tanto la existencia de este derecho como las posibilidades para ejercitarlo, por la que información previa que debe suministrarle el responsable del tratamiento debe incluir estos extremos, entre muchos otros.

La transparencia fortalece así, el poder de control del interesado sobre la gestión de sus datos personales. Esto gracias a la información necesaria sobre el funcionamiento de la actividad de tratamiento y todo el engranaje asociado al uso, gestión y procesamiento de los datos personales que se le proporciona. Lo que le hace participar en la toma de decisiones de una manera consciente y, en última instancia, libre.

Los responsables del tratamiento tienen la obligación de informar a los interesados sobre la información personal recopilada, las finalidades del tratamiento, los destinatarios de dichos datos, la existencia de decisiones automatizadas, la manera de ejercitar los derechos de portabilidad, acceso, rectificación, oposición, cancelación o la revocación del consentimiento prestado, etc.

El derecho de transparencia en este ámbito, comporta que toda la información y comunicación relativa al tratamiento de datos personales sea fácilmente accesible. Además de pertinente y entendible, de ahí, la exigencia de que se emplea un lenguaje claro y sencillo, adaptada a las características de la audiencia a la que se dirige, como se ha visto en temas anteriores.

Asimismo, ello viene también relacionado con el derecho de acceso mediante el cual se permite a toda persona solicitar y obtener información gratuita sobre los datos personales. Los mismos que han sido sometidos a tratamiento y conocer el origen de dichos datos lo que permite al interesado averiguar si dicho tratamiento es o no lícito.

El derecho a revocar el consentimiento bajo el parámetro profesional

Para el profesional moderno en derecho, la política y protección de datos se ha convertido en un área de alta importancia. Por esta razón, debe contar con la información legal acerca de como se desarrolla el tratamiento de esta información y los límites de la misma y capacitarse de manera constante, teniendo en cuenta las variaciones que puede tener cada caso.

Para TECH Universidad Tecnológica es crucial que su alumnado cumpla con cada uno de los altos estándares educativos que caracteriza esta institución. Por ello su Facultad de Derecho oferta programas educativos tales como el Máster en Derecho Matrimonial y el Máster en Tributación Internacional, Comercio Exterior y Aduana. Por otra parte, el profesional que busque enfocar sus esfuerzos intelectuales al área de los datos y la información en medios físicos y virtuales, no cabe duda que su mejor opción educativa será el Máster en Protección de Datos.

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