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Una vez establecidas las bases del cerebro gracias a la genética, el medio ambiente jugará un papel decisivo en la evolución y desarrollo cerebral. Si bien los principales efectos del ambiente en el desarrollo cerebral son relativos a la conectividad interneuronal. Es decir, en las conexiones que se establecen entre las neuronas, ya sean estas vecinas o procedentes de otras áreas. Determinadas circunstancias pueden “marcar” el desarrollo cerebral, tal y como sufrir situaciones de estrés intenso durante la infancia. Ejemplo claro cuando se ha sido víctima de abusos infantiles.
Al menos así lo afirma una investigación realizada conjuntamente desde la University Hospital HamburgEppendorf, la University of Würzburg, la University Hospital Münster, el University Hospital Johann Wolfgang Goethe-University, el Johannes Gutenberg University Medical Center Mainz, el University Clinic of Wuerzburg, (Alemania) junto con el Karolinska Institutet (Suiza) cuyos resultados han sido publicados en el 2016 en la revista científica Social Cognitive and Affective Neuroscience Advance Acess.
En el estudio participaron 1158, de los cuales 325 fueron excluidos por presentar problemas familiares de salud mental. Con ello al final se manejaron datos de 833 adultos con una media de 25 años. A todos ellos se les administró un cuestionario estandarizado para evaluar hechos traumáticos durante la infancia denominado Childhood Trauma Questionnaire (C.T.Q.).
Uno para evaluar los hechos traumáticos de los últimos doce meses a través del List of Threatening experiences (L.T.E.). Un cuestionario para evaluar la presencia de problemas de ansiedad a través del Spielberger Trait Anxiety Scales (S.T.A.I.). Por último uno para comprobar la presencia de síntomas depresivos a través del General Depression Scale (A.D.S.-K.). Igualmente se tomaron medidas morfológicas del cerebro a 129 de ellos seleccionados al azar.
Resultados de las pruebas
Los resultados muestran que aquellos que han sufrido hechos traumáticos presentes o en la infancia van a mostrar significativamente más síntomas depresivos y ansiosos frente a los que no lo han sufrido. Con respecto a la morfología cerebral, se hallaron diferencias en el córtex del cíngulo anterior, resultado está significativamente más pequeña.
Hay que destacar que los traumas pasados y presentes tengan los mismos efectos tanto emocionales como cerebrales; aunque estos últimos no se producen en la amígdala, el centro de control emocional, tal y como cabría esperar. Suceden en el córtex del cíngulo anterior, encargado entre otros de regular la toma de decisiones, la empatía y las emociones. Por tanto, se produce una alteración en la morfología que puede traducirse en un cambio en la forma de relacionarse con los demás. Todo ello además unido a la presencia de sintomatología depresiva y de ansiedad.
Basado en estos resultados, hay que evitar traumas infantiles deben de evitarse en la medida de lo posible. Aunque no van a determinar el comportamiento adulto, si van a llegar a modificar su cerebro y la forma en que este procesa la información emocional. A pesar de esta investigación, los mayores efectos producidos por el ambiente son más sutiles y afectan a la conectividad entre las neuronas.
Conectividad inter neuronal
El estudio de las neuronas ha permitido comprender que el procesamiento del aprendizaje implica a múltiples áreas. Cada una encargada de una parte de dicho procesamiento para ser luego integrada en áreas prefrontales. Pero todo ello solo es posible gracias a la conectividad entre neuronas, lo que permite la transmisión de señales eléctricas o químicas entre ellas.
Esta comunicación estará medida por aspectos químicos y orgánicos, siendo más rápida y eficaz durante los primeros años de vida. Mostrando ciertos niveles de deficiencia al final de la vida. Además hay que tener en cuenta que pueden introducirse en este proceso normal las consecuencias de alguna malformación o deficiencia provocada por alguna enfermedad o neurotóxico.
Tal es el caso de las neuronas mielinizadas, las cuales muestran una ventana en cuanto a la transmisión de la señal eléctrica de modo saltatorio. Todo ello frente a las neuronas no mielinizadas, lo que facilita la velocidad de procesamiento. Pero cuando en estas neuronas se deteriora o pierden dicha mielina, los procesos eléctricos se ven entorpecidos e incluso interrumpidos. Llevando como en el caso de la esclerosis múltiples al colapso del organismo, al ser este incapaz de ejecutar hasta las tareas más sencillas, simplemente porque las “órdenes” del cerebro no se transmiten allá donde se requiere.
Hay que tener en cuenta que el cerebro no solo es un órgano que recibe y procesa información del exterior y del interior proveniente de las neuronas sensoriales o receptoras, a través de las vías afrentes, sino que también transmite instrucciones al resto del organismo mediante las vías eferentes, lo que permite el movimiento voluntario, pero también el ajuste de los ritmos internos a las demandas del momento como el ritmo cardíaco o el respiratorio.
Las neuronas como factor principal
Las diferencias no se encontrarían tanto en el volumen o estructuras del cerebro, sino en sus componentes, es decir en las neuronas, y más concretamente en la velocidad de procesamiento de estas. A una misma cavidad craneal, quien tenga un mayor desarrollo cerebral, será quien más capacidades y habilidades puede desarrollar. Esto explicaría por qué los humanos, tienen mayores habilidades desarrolladas que otros seres vivos, con un cráneo de mayores proporciones.
Y es que el cerebro humano a diferencia del que tienen otros animales, está estructurado en pliegues, lo que permite tener una mayor cantidad de neuronas interconectadas entre sí, en el mismo espacio, otorgándole un mayor desarrollo neuronal y con mejores características, que conlleva una reducción en el procesamiento de la información y de las conexiones intra neuronales y con ello una mayor inteligencia.
Con respecto a la velocidad de procesamiento, hay que tener en cuenta que el pensamiento como función cognitiva, está sustentado sobre una base biológica, la cual consume recursos limitados del cerebro, luego cuanto mejor funcione dicha base, más recursos disponibles y mayor procesamiento se puede realizar en el mismo tiempo, o lo que es lo mismo, un cerebro que es capaz de aprovechar mejor sus recursos, será capaz de responder en menor tiempo a una demanda, liberando así recursos para nuevas necesidades.
Si se pone a dos personas frente a un problema matemático, una de ellas de carrera de letras, y otra de carrera de ciencias, se esperaría que la segunda, dispusiese de una mayor red de conexiones neuronales, que le facilitase el consumo de recursos, a la hora de realizar cálculos matemáticos, y por tanto, al final pudiese dar mucho antes la respuesta correcta, en la resolución del problema planteado, frente a la otra, que tiene vías y neuronas desarrolladas para las letras.
El profesional en el desarrollo cerebral
Bien podríamos hablar de desarrollo cerebral únicamente desde el punto de vista educativo, pero lo cierto es que el mismo va mucho más allá de ello. Por esta razón, en campos como el deporte, el desarrollo físico va siempre acompañado de la mano con el neuronal. Para entender y poner esto en práctica los profesionales se capacitan constantemente, brindando así una asesoría profesional más efectiva.
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