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Los problemas o limitantes del rendimiento asociados al frío se deben analizar desde las posibles respuestas fisiológicas en el cuerpo humano. Así mismo, los factores que afectan la pérdida de calor también están involucrados en las condiciones adversas, que desde la nutrición para deportistas se pueden estabilizar.

Las condiciones de temperatura frías y extremadamente frías suelen relacionarse con las condiciones de altura. Si bien esta afirmación es en parte cierta, existen situaciones de frío y frío extremo que no tienen nada que ver con la altura. Por ello se debe separar los problemas asociados al frío y por otro los relacionados con la altura.

Las bajas temperaturas, al igual que el calor, ocasionan un estrés añadido a los atletas. Para mantener el calor corporal, será necesaria la puesta en marcha de ciertos mecanismos que consumen una cantidad extra de energía y pueden agravar el rendimiento. Además, el frío puede desencadenar estados de hipotermia y, en función del grado de esta, será más o menos peligrosa pudiendo incluso llevar a la muerte.

Problemas asociados al frío

Existen situaciones donde los climas fríos suponen un riesgo mortal. Está el caso de la natación en aguas abiertas con temperaturas fríos de < 11 ºC que pueden provocar parada cardiaca y edema pulmonar. La hipotermia en aguas abiertas también es un riesgo latente en competiciones de nado en aguas abiertas.

Las enzimas trabajan en rangos de temperatura estrechos y el frío, al igual que el calor extremo, puede afectar todos estos procesos. Uno de los limitantes en regular esto son los sistemas que regulan la temperatura. También la eficiencia de transformación energética es peor ya que se pierde una cantidad considerable para mantener la temperatura en lugar de generar movimiento.

Bajo temperaturas ambientales extremadamente bajas, cuando el gradiente entre piel y entorno es elevado, se ha visto cómo la tasa de producción de calor endógeno, incluso durante la práctica de ejercicio, puede ser insuficiente para compensar la pérdida de calor corporal. Ante esta situación, el organismo pone en funcionamiento diversos mecanismos para reducir al máximo la pérdida de calor e incrementar la producción de este. Por ello la temperatura será un factor esencial a la hora de determinar las estrategias nutricionales a adoptar para asegurar el rendimiento deportivo.

Fisiología de la exposición en frío

En ambientes fríos se producen pérdidas de calor tanto por convección como por conducción. Esto ocurre a pesar de que el organismo del ser humano posee sistemas que ayudan a mantener la temperatura corporal y a aumentar la producción de calor. La termorregulación ayuda a asegurar la supervivencia en las exposiciones a temperaturas frías. Con exposiciones al frío, el organismo trata de reducir la pérdida de calor a través de la vasoconstricción periférica. No obstante, la reducción del flujo sanguíneo tanto en la piel como en extremidades predispone a los sujetos a congelaciones, especialmente en los dedos de las manos y los pies.

Con objeto de contrarrestar dicho riesgo, el organismo pone en marcha mecanismos de defensa como la vasodilatación inducida por el frío tras 10 minutos de exposición. Las oscilaciones de vasoconstricción y vasodilatación periférica darán como resultado la preservación de la temperatura corporal interna a costa de experimentar temperaturas fluctuantes en la piel y tejidos periféricos.

Respuestas vasomotoras

La vasoconstricción periférica es una de las mayores respuestas fisiológicas que presentan los seres humanos con exposición al frío. Dicha vasoconstricción hace que el flujo sanguíneo disminuya a medida que desciende la temperatura. Se extiende por la periferia de todo el cuerpo y no solo en las zonas más expuestas. La reducción del flujo sanguíneo periférico reduce la transferencia de calor por convección entre el núcleo y el caparazón del cuerpo (músculo esquelético, grasa subcutánea y piel) incrementando el aislamiento.

Respuestas metabólicas

La realización de actividad física de forma voluntaria durante el ejercicio incrementa la producción de calor metabólico debido a la contracción muscular. En ausencia de esta actividad física voluntaria, comenzarán los escalofríos como mecanismo de defensa.

Los escalofríos suelen comenzar inmediatamente o a los pocos minutos de comenzar la exposición al frío. En primer lugar, se dan en los músculos del torso y seguidamente se traslada a las extremidades. Los escalofríos requieren de un mayor transporte de oxígeno sistémico, por lo que se ve incrementado el gasto cardiaco.

Respuestas cardiovasculares

El gasto cardiaco se ve incrementado para satisfacer el requisito de un mayor transporte de oxígeno sistémico. Se da cuando la exposición al frío estimula los escalofríos durante un ejercicio de baja intensidad en frío. La exposición al frío puede alterar la forma en que se logra el gasto cardiaco. Suele ser más baja la frecuencia cardiaca y más alto el volumen sistólico durante el ejercicio en aire o agua fría en comparación con ejercicio en condiciones templadas. Dicho mecanismo probablemente se debe al aumento de precarga cardiaca por un aumento del volumen sanguíneo central asociado con la vasoconstricción periférica inducida por el frío.

Deshidratación

Mantener el equilibrio hídrico corporal en frío extremo es igual de difícil que en climas de altas temperaturas y humedad. Se debe al aumento del flujo urinario, deshidratación natural (ya que al deportista le cuesta beber), así como evitar que el líquido se congele.

Otro aspecto para tener en cuenta es que la exposición al frío produce un riesgo significativo de deshidratación. Se ha visto cómo los soldados en ambientes fríos suelen perder hasta un 8 % del peso corporal por deshidratación. Puede ser ocasionada por varios motivos: dificultad para obtener cantidades adecuadas de agua potable, altos niveles de pérdida de fluidos (especialmente cuando se lleva exceso de ropa o se carga equipamiento pesado), pérdida de líquido a través de la respiración y diuresis inducida por el frío.

El frío induce la diuresis a través del incremento del volumen sanguíneo central causado por la vasodilatación periférica. Esto favorece la pérdida de fluidos. El uso de una vestimenta inadecuada con exceso de ropaje o no transpirable puede inducir mayor pérdida de líquido por sudor (2 l/h). Las pérdidas de agua por respiración también son mayores en frío debido a la baja humedad del aire frío.

Más factores que afectan el rendimiento deportivo

El deporte de élite y la práctica deportiva amateur pueden desarrollarse en situaciones muy diversas, condicionando tanto las condiciones fisiológicas como el objetivo nutricional durante la práctica deportiva.

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