Warning: strpos() expects parameter 1 to be string, array given in /home/site/wwwroot/wp-content/themes/twentynineteen-child/functions.php on line 163

La erupción dentaria se ha considerado en las distintas culturas antiguas y contemporáneas como un rito mágico, un predestino humano o un hecho biológico vinculado a la nutrición humana y las estructuras dentofaciales.

En biología, la erupción dentaria es observada como punto de referencia para medir el desarrollo orgánico. En medicina también sirve para seguir el desarrollo infantil. Tanto la curva del crecimiento somático como la fórmula dentaria son datos orientativos para identificar la edad biológica y el proceso de maduración del ser humano en crecimiento. En estomatología, el
interés con que se observa la erupción y el recambio dentario está justificado por la frecuencia de la patología odontodestructiva en este período. También por la importancia de la secuencia eruptiva, el crecimiento maxilar para el desarrollo de la oclusión y el engranaje cuspídeo.

En la especialidad de ortodoncia y ortopedia dentofacial la erupción es campo de interés primordial, tanto por ser el momento crítico de muchas decisiones terapéuticas como por la importancia que los mecanismos íntimos del proceso eruptivo tienen. Sirve para conocer los fundamentos del movimiento dentario provocado artificialmente por los aparatos de ortodoncia.

Erupción dentaria en el adulto

La mayoría de los mamíferos adultos tienen un constante desgaste de las caras oclusales a lo largo de la vida debido a las exigencias de la función masticatoria. En muchos casos, la abrasión se compensa por una erupción continuada de los dientes. También se observa, aunque a otro nivel cualitativo y cuantitativo, en la dentición adulta humana. Para comprender los mecanismos de la erupción humana y cómo este potencial de crecimiento permanece presente en la dentición, es oportuno considerar los tres patrones de erupción de los mamíferos y los distintos tipos de organismos biológicos que permiten hacer crecer el diente en la escala zoológica.

  1. La erupción continua es propia de los dientes de propios mamíferos inferiores que sufren un desgaste oclusal permanente. Desde la cara triturante hasta el ápice dentario, todo está recubierto de esmalte, que sigue formándose por una amelogénesis permanente a lo largo de la vida del animal. Esta capacidad de formar esmalte compensa el ininterrumpido proceso abrasivo de la corona dentaria que permite que el diente se alargue y crezca.
  2. La extrusión continua es propia de dientes que sufren una abrasión moderada de la superficie triturante, tal como ocurre en molares de ciertos bóvidos. La corona anatómica verticalmente es muy larga mientras que la corona clínica es muy corta cuando se establece el primer contacto oclusal funcional del diente y mantiene esa altura a lo largo de la vida.
  3. La característica especifica de la dentición humana es que el diente hace erupción, crece y se desplaza acompañado siempre de todos los elementos y estructuras peridentarias.

Mecanismos de la erupción

Esencialmente el proceso eruptivo es la resultante de un conjunto de fuerzas que tienden, por un lado, a provocar la salida del diente y otras que se oponen a la erupción de la corona dentaria.

Han surgido múltiples interpretaciones del fenómeno eruptivo apoyadas en la experimentación animal. El trabajo experimental lógicamente se aplica a animales cuyo tipo de erupción no es el mismo que el peculiar del diente humano, aunque la extrapolación de los datos observados sea el intento más próximo para comprender lo que es privativo del hombre. Bajo estas limitaciones, y comprendiendo la dificultad del trabajo experimental, se han propuesto tres hipótesis sobre los mecanismos íntimos de la erupción que sirven para explicar, desde diferentes perspectivas, un fenómeno multifactorial. En él intervienen un conjunto de agentes biológicos, aunque resulte imposible identificar y discriminar la aportación de cada uno de ellos al crecimiento vertical del diente.

Hipótesis vascular

Se ha expresado la contribución de la presión vascular intragerminal al crecimiento dentario, el diente hace erupción porque la presión vascular intradentaria es mayor que la de los líquidos que la rodean. Al aumentar la presión intrapulpar a lo largo del proceso formativo, llegaría un punto en que sobrepasaría la presión pericoronal y el diente haría erupción por el mismo principio por el que sale un balín de una pistola de aire comprimido.

Una vez que el diente está presente en la boca, el potencial eruptivo podría explicarse sobre la base de que la fuerza de erupción superaría a la presión atmosférica y la de otros factores funcionales locales que se oponen a la salida dentaria. Es necesario reconocer el papel de la presión vascular intrapulpar o periodontal, aunque no es posible establecer la prioridad de este factor o su influencia precisa en la erupción dentaria humana.

Hipótesis del crecimiento radicular

Se ha sugerido que el propio crecimiento dentario sería la fuerza responsable de la erupción, el crecimiento axial del diente lo empujaría sobre el fondo del alveolo y provocaría, de rechazo, el desplazamiento vertical del diente. La proliferación hística en el extremo apical de la raíz actuaría como un resorte que expulsará al diente del interior del alveolo. Se ha comprobado la actividad mitótica en la base radicular coincidiendo con la erupción. Se ha intentado valorar si es el crecimiento de la raíz lo que permite que el diente salga o si la raíz se adapta a la erupción creciendo longitudinalmente.

Hipótesis de la tensión intraligamentosa

Numerosos investigadores han planteado la importancia del ligamento periodontal como foco principal de la fuerza eruptiva. La tensión de las fibras colágenas periodontales tirarían del diente hacia el exterior del alveolo. La tensión, a su vez, podría estar condicionada por unas circunstancias hipotéticas que apoyarían el poder de la tracción ligamentosa en la erupción dentaria. En primer lugar, las fuerzas que obligarían a las fibras a contraerse serían de debidas al propio proceso de maduración del colágeno, que al transformarse de precolágeno a colágeno sufren una contracción y deshidratación con acortamiento de las macromoléculas. En segundo lugar, otros investigadores sugieren que serían los fibroblastos periodontales los responsables de la fuerza eruptiva a través de su contractividad.

Desarrollo general de la dentición

En la filogenia de la dentición, desde que los mamíferos evolucionaron de sus predecesores los reptiles y a lo largo de un periodo de 200 millones de años, se produjeron unos cambios importantes que afectaron a los dientes en su morfología, tamaño y número. Se pasó de la homodoncia a la heterodoncia, pasando por la polifiodonta y la monofiodonta hasta llegar a la dentición humana que se califica por ser difiodonta. Es decir, está compuesta por una primera serie de 20 dientes temporales que son reemplazados, al exfoliarse naturalmente, por otros 20 dientes permanentes y 12 molares que salen sin sustituir a ningún diente temporal.

Periodo proliferativo

El primer signo de la formación de la dentición se observa hacia la quinta semana de vida intrauterina. Es cuando aparece un engrosamiento del ectodermo oral que se constituirá en la lámina dentaria. Dos semanas más tarde, cuando el embrión tiene veinticinco milímetros, se inicia la proliferación de las primeras yemas dentarias. Es el periodo proliferativo de la dentición temporal, que se extiende desde la sexta/séptima semana hasta el cuarto/sexto mes de vida intrauterina.

De la misma lámina epitelial salen los gérmenes de los dientes permanentes, que son de proliferación intrauterina. A excepción de los incisivos laterales superiores, los ocho premolares y los segundos y terceros molares permanentes son de formación postnatal.

Periodo de calcificación

La calcificación de la matriz del esmalte se inicia en la porción más incisal. Procede de forma centrípeta, cubriendo progresivamente la parte más exterior de la corona y adentrándose gradualmente hasta alcanzar el límite dentinal. Sin embargo, la formación de la matriz del esmalte se realiza centrífugamente de dentro hacia a fuera, en sentido inverso a la calcificación. La calificación inicial del borde incisal de los dientes anteriores condiciona el que el incisivo alcance precozmente su máximo diámetro mesiodistal. Asimismo que aparezca en la exploración radiográfica un problema volumétrico de apiñamiento incisal ya en las primeras etapas de desarrollo. No ocurre lo mismo en la zona de los molares, donde la calcificación se inicia en los vértices cuspídeos y procede hacia el cuello dentario, por lo que el máximo diámetro se alcanza en una fase del desarrollo posterior.

Periodo de erupción

  • Primer grupo: hacen erupción a los seis meses los centrales inferiores, seguidos de los centrales superiores, laterales superiores. Finalmente, laterales inferiores. El intervalo de separación cronológica de cada par de dientes homólogos suele ser de dos–tres meses. Tras la erupción de los ocho incisivos hay un periodo silente, de descanso, en la salida dentaria de cuatro–seis meses.
  • Segundo grupo: hacen erupción hacia los dieciséis meses los primeros molares y a los veinte meses los caninos. El periodo de erupción es de seis meses y le sigue también un periodo silente de cuatro–seis meses.
  • Tercer grupo: hacen erupción los cuatro segundos molares, que tardan en salir unos cuatro meses. La dentición temporal completa se alcanza a los treinta meses.

Estructuras dentofaciales

La ortodoncia fue la primera especialidad dentro de la odontología y la segunda, tras la oftalmología, dentro de las Ciencias de la Salud. En este sentido, se entiende por especialidad la posesión de una organización profesional, una literatura y una formación específicas que podrás encontrar en TECH Universidad Tecnológica por medio del Máster en Ortopedia Dentofacial y el Máster en Endodoncia Microcirugía Aplical.

También las peculiaridades en diagnóstico, tipo de tratamiento, objetivos y bases científicas exigen el ejercicio profesional exclusivo que se profundiza en el Máster en Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial. La demanda de tratamientos de ortodoncia ha aumentado por la extensión a una gran parte de los individuos en crecimiento y por alcanzar también, en un número creciente, a la población adulta, muchas veces como parte de un tratamiento ortodóncico integrado.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *