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En el área nutricional es fundamental diferenciar entre necesidades, ingestas recomendadas, objetivos nutricionales y guías alimentarias. La relación de la salud con la dieta mediterránea tiene un patrón que funciona para la valoración del estado nutricional y de la dieta.

La salud de una comunidad está determinada por diferentes factores sociales, educativos, biológicos, ambientales y otros que dependen de todos ellos. Además incluye la posibilidad de elección de las personas en temas como la alimentación. Es difícil determinar cuantitativamente en qué proporción la dieta es responsable de la aparición de los problemas de salud. Sin embargo, existe un consenso científico generalizado que reconocen que la modificación de ciertas prácticas dietéticas puede contribuir a la aparición o disminución de ciertos problemas de salud.

La composición exacta, equilibrada y variada de una alimentación depende de las necesidades de cada persona. Por ejemplo, de su edad, sexo, hábitos de vida, ejercicio físico, entre otros. El contexto cultural, los alimentos disponibles localmente y los hábitos alimentarios también deben ser tenidos en cuenta. No obstante, los principios básicos de la alimentación saludable son siempre los mismos. Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición. Asimismo previene distintas enfermedades no transmisibles y otros problemas de salud.

Pero diferentes circunstancias han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios actuales como, por ejemplo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización o el cambio en los estilos de vida. Esto conduce a que se consuman más alimentos que tienen una gran densidad energética. Las grasas saturadas, grasas de tipo trans, los azúcares libres, y más sal generan un consumo insuficiente de frutas, verduras y fibra dietética.

Necesidades e ingesta recomendada de nutrientes

Para que la dieta sea adecuada y nutricionalmente equilibrada, tienen que estar presentes en ella la energía. Debe haber una cantidad y calidad adecuadas de los nutrientes para cubrir las necesidades del ser humano y conseguir un óptimo estado de salud.

Las necesidades de cada nutriente son cuantitativamente diferentes y totalmente individualizadas según las características de cada individuo. Se calculan en función de su edad, sexo y actividad física (que modifica principalmente las necesidades de energía). En el caso de la mujer, debe considerarse el estado fisiológico en que pueda encontrarse (gestación o lactancia). La relevancia de los nutrientes es independiente de la cantidad requerida de ellos. Todos son igualmente importantes desde el punto de vista nutricional y, además, debe tenerse en cuenta que un consumo excesivo de ellos puede condicionar problemas de salud por exceso.

Desde el punto de vista formal y con esta perspectiva individual, se puede distinguir la existencia de unas necesidades mínimas. Son aquellas que de forma individual garantizan la supervivencia o subsistencia. También, unas necesidades óptimas que son referidas a los aportes de nutrientes que permiten al individuo realizar un mejor desarrollo físico y psíquico. A la vez, las personas presentan una mayor longevidad, llegando al final de la vida con la menor morbilidad posible.

Valores de referencia con aplicaciones concretas

  • Requerimiento médico estimado (EAR)

Es un valor de ingesta diaria media para un nutriente que cubre las necesidades del 50% de un grupo homogéneo de población sana de igual edad, sexo y con condiciones fisiológicas y de estilo de vida similares. Es, por tanto, el valor de la mediana (percentil 50). La EAR es el parámetro de elección para juzgar la adecuación de ingestas de grupos de población. Estima la prevalencia de ingestas
inadecuadas y planifica dietas adecuadas para grupos.

  • Las ingestas recomendadas (RDA)

Se definen como la cantidad de nutriente que se juzga apropiada para cubrir los requerimientos nutricionales de casi todas las personas (97,7%). Aplica para un grupo homogéneo de población sana de igual edad, sexo y con condiciones fisiológicas y de estilo de vida similares. Las RDA tienen un uso limitado en la valoración individual. Dado que se marcan con un amplio margen de seguridad, una ingesta inferior a las RDA no necesariamente indica que el criterio de adecuación no se haya cubierto en una determinada persona.

Puesto que es prácticamente imposible conocer con certeza los requerimientos de un individuo concreto, se considera que el riesgo de deficiencia es bajo si la ingesta cubre las RDA. También se tiene en cuenta si aumenta según la ingesta del individuo se aleja de RDA. No se recomienda su uso en la valoración y programación de dietas de grupos de población.

  • Ingesta adecuada (AI)

El significado práctico de las AI es el mismo que el de las RDA. Se basan en datos de ingestas medias de grupos de individuos sanos. Están determinadas por observación, experimentalmente o por extrapolación. Son estimaciones que se usan cuando no hay suficiente evidencia científica para establecer el valor de RDA.

  • Ingesta máxima tolerable (UL)

Es el nivel más alto de ingesta diaria de un nutriente (a partir de alimentos, agua, alimentos fortificados y suplementos). Incluso de forma crónica, a largo plazo, no entraña riesgo para la salud de la mayor parte de los individuos de un grupo de población.

Valores de referencia dietética (DRV)

  • Ingestas de referencia poblacional (PRI): el nivel de ingesta (de nutrientes) adecuado para prácticamente todas las personas de un grupo de población.
  • Requerimiento promedio (AR): el nivel de ingesta (de nutrientes) que es adecuado para la mitad de las personas en un grupo de población. Es dada una distribución normal del requerimiento.
  • Ingesta de Umbral Inferior (LTI): el nivel de ingesta por debajo del cual casi todas las personas no podrán mantener la «integridad metabólica», de acuerdo con el criterio elegido para cada nutriente.
  • Ingesta adecuada (AI): el valor estimado cuando no se puede establecer una Ingesta de referencia de población porque no se determina un requerimiento promedio. El Rango de ingesta de referencia para macronutrientes (RI) es expresado como porcentaje de la ingesta de energía. Estos se aplican a los rangos de ingestas que son adecuados para mantener la salud y se asocian con un bajo riesgo de enfermedades crónicas seleccionadas.

Objetivos nutricionales y guías alimentarias

Según la Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO), las metas nutricionales son las ingestas alimentarias deseables que apoyarían una relación salud y alimentación óptima de un país. Su establecimiento y uso sirven para planificar a largo plazo y a nivel nacional, más que como base para realizar consejo dietético a los individuos.

Recomendaciones para adultos

  • Comer frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales (por ejemplo, maíz, mijo, avena, trigo o arroz integral no procesados).
  • Al menos 400 g (5 porciones) de frutas y hortalizas al día. Las patatas, batatas (boniato), la mandioca (yuca) y otros tubérculos feculentos no se consideran como frutas ni hortalizas.
  • Limitar el consumo de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta energética total, lo que equivale a 50 gramos (o unas 12 cucharaditas rasas). En el caso de una persona con un peso saludable que consuma aproximadamente 2000 kilocalorías al día, se recomienda idealmente reducir su consumo a menos del 5% de la ingesta calórica total.
  • Limitar el consumo de grasa al 30% de la ingesta energética diaria. Las grasas no saturadas son preferibles a las grasas saturadas. Las grasas industriales de tipo trans no forman parte de una dieta sana.
  • Limitar el consumo de sal a menos de 5 gramos al día (aproximadamente una cucharadita de café) y consumir sal yodada.

Objetivos nutricionales

Los objetivos nutricionales (ON) son recomendaciones dietéticas cuantitativas y cualitativas para determinados macro y micronutrientes. Están enmarcadas en la política nutricional del país y dirigidas a toda la población. Tiene el objeto de conseguir un óptimo estado de salud y especialmente para prevenir las enfermedades crónico-degenerativas más prevalentes en la actualidad (cardiovasculares, obesidad, diabetes, algunos tipos de cáncer, osteoporosis, etc).

Incluyen aquellos nutrientes para los que hay evidencia científica suficiente sobre su papel en la salud y en la prevención de enfermedades crónicas. Actúan como factores de riesgo o de protección. No incluyen las cifras de aquellos minerales o vitaminas para los que hay establecidas IR, a menos que en alguno de estos nutrientes un consumo extra pueda ser un factor de protección en alguna enfermedad crónica.

Guías alimentarias basadas en alimentos

Las guías alimentarias son breves mensajes positivos de carácter científico sobre alimentación y modos de vida sanos. Su propósito es prevenir distintas formas de malnutrición y mantener el buen estado de salud y nutrición de las personas. En ellas se recogen las recomendaciones en materia de nutrición establecidas en ámbito nacional. Se trasladan en forma alimentaria a la población, según los principios de educación nutricional.

Las guías alimentarias basadas en alimentos traducen las recomendaciones nutricionales en información simple. Para ello utilizan un lenguaje y unos símbolos fácilmente comprensibles para el público en general. Están centradas en los alimentos que se consumen normalmente, el tamaño de las porciones y los comportamientos.

Dieta mediterránea

La Dieta mediterránea es un modelo nutricional universalmente apreciado que reúne en su concepto connotaciones tanto nutricionales como culturales, histórica, sociales, territoriales y medioambientales. Por ello fue declarada en 2010 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

Actualmente la dieta mediterránea se considera un modelo de dieta nutricionalmente equilibrada, saludable y sostenible. Se caracteriza por ser un patrón alimenticio o dietario rico en alimentos de origen vegetal (cereales, frutas, verduras, legumbres, frutos secos, semillas y aceitunas). El aceite de oliva es fuente principal de grasa, así como la ingesta de pescados y mariscos alta a moderada, un consumo moderado de huevos, aves de corral y productos lácteos (queso y yogur). Bajo consumo de carne roja y un consumo moderado de alcohol (principalmente vino durante las comidas).

Nutrición clínica

La nutrición interviene en la evolución de las patologías, en unos casos como factor etiológico y en otros como complicación. Por ello existe un creciente interés en el estudio de la alimentación y nutrición de soporte en un gran número de patologías.

TECH Universidad Tecnológica, queriendo responder a estas necesidades académicas, ofrece muchos posgrados de altísima calidad. Referentes al tema de la nutrición, el Máster en Nutrición Clínica en Pediatría y el Máster en Obesidad facilitan y promueven la aproximación individualizada a los diferentes tratamientos y trastornos nutricionales.

En paralelo, este programa de Máster en Nutrición Clínica está orientado a actualizar al médico para que pueda incorporar los avances que se producen en nutrición clínica, con el fin de mejorar el pronóstico de sus pacientes.

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