Luego de un accidente, el acompañamiento por parte de un cuerpo profesional es algo crucial en el proceso de recuperación de las víctimas. Además de un profesional médico que realice un diagnóstico de manera adecuada y ayude a aliviar las heridas resultado de la situación, se hace necesario el acompañamiento psicológico. El apoyo psicosocial en emergencias juega un papel muy importante en el proceso de recuperación. Los profesionales de medicina pueden adaptarse a estos conocimientos, aún sin ser profesionales en el área psicológica.
Los profesionales en el apoyo psicosocial en emergencias
Cuando una persona sufre una situación de emergencia o catástrofe se enfrenta seguramente al mayor reto que puede encontrarse en su vida. Es una situación que, como se verá, desborda sus recursos y rompe los pilares sobre los que sustentaba su seguridad y su bienestar. No tiene capacidad para superar por sí misma la exigencia de la situación y es entonces cuando la figura del psicólogo emerge. Este es el profesional capacitado para sostener emocionalmente a la persona, evitar que la intensidad de la situación derive en el desarrollo de una psicopatología posterior. Además de ofrecer el contacto con sus propios recursos que faciliten el afrontamiento del acontecimiento traumático.
La riada que destruyó el camping Las Nieves en Biescas en 1996 marcó el inicio del apoyo psicosocial organizado. Nace desde entidades como Cruz Roja Española. Estas han puesto de manifiesto la importancia de una primera intervención psicológica. Lo anterior, con los afectados por una situación de catástrofe, no solo por humanidad. Estar al lado de las personas que están pasando por una situación de dolor agudo, sino porque una buena intervención psicológica puede resultar vital para el correcto afrontamiento del acontecimiento, además de así evitar las secuelas psicopatológicas que pueda dejar.
Cuando los voluntarios de Cruz Roja que intervinieron en la catástrofe volvieron de Huesca manifestaron que lo que no se podían quitar de la cabeza no eran las escenas de ver cadáveres en el barro o toda la destrucción de la situación, sino los gritos de los afectados y su sensación de impotencia por no poder hacer nada para aliviar su sufrimiento.
La Cruz Roja como ente mediador
Estaban bien preparados para su intervención sanitaria. Sin embargo, no tenían la capacitación necesaria para la intervención psicológica con afectados y familiares una vez que la situación de peligro había pasado. Se encontraron en una situación en la que no podían dejar de estar allí pero sin saber cómo afrontarlo. Tras esa experiencia, desde Cruz Roja se decidió dar un módulo de primeros auxilios psicológicos. Esto, dentro de la formación de trasporte sanitario, para que todo lo que interviniente en una situación de emergencia tuviese los recursos para afrontar las emociones que acompañan a una situación de emergencia.
Tener una buena formación en intervención en crisis no solo es importante para evitar los errores que las personas bienintencionadas cometen cuando quieren ayudar al otro en una situación así, sino que es importante también para garantizar salud emocional propia durante la intervención. Se verá que acompañar a una persona en una situación de alto estrés puede provocar un contagio emocional que lleve a lo que se llama “desgaste por empatía”. Saber qué hacer y cómo hacerlo proporciona la seguridad que mantendrá al cerebro libre de las consecuencias de la situación.
La intervención tras el atentado terrorista del 11 de marzo de 2004 demostró a los que no tenían experiencia en este tipo de intervenciones que la formación en psicología clínica no es suficiente. En unos momentos en los que la persona que sufre el acontecimiento traumático no está pensando ni reacciona como se esperaría que lo hiciese, las habilidades y recursos que se han aprendido para aplicar en la consulta no son suficientes. No es posible resolver con éxito los retos que se presentan ante este tipo de situaciones donde pocas cosas están bajo control.
La emergencia psicosocial
Algunos de los profesionales que acudieron a la llamada de necesidad de psicólogos quedaron afectados por una situación en la que las técnicas terapéuticas al uso no eran eficaces. En situaciones extremas la línea entre ser personal de ayuda o víctima puede ser muy fina: si los recursos son superados por la exigencia de la situación y esta tiene un componente emocional muy alto se está en riesgo de sufrir una crisis psicológica. Ejemplo claro, como la que están pasando los afectados directos en las mismas circunstancias.
Se hace imprescindible, por tanto, dominar estrategias que realmente funcionen sobre el terreno. Estas deben ser eficaces en entornos de alto estrés si se quiere trabajar como profesionales en el área de las emergencias. Es por eso que el objetivo y la responsabilidad con este articulo es dotar de toda la información, habilidades y recursos que se necesitarán en una situación de emergencia psicosocial. El bien hacer contribuirá a que no se pague un alto precio por el compromiso con la ayuda a los más vulnerables. Además que la intervención se vea recompensada con una sensación de buen hacer y unos resultados que aumenten con cada experiencia la capacitación como profesional.
Hubo un tiempo en el que, cuando los colegios de psicólogos criticaban a Cruz Roja por intervenir en emergencias psicosociales. Esto sucedía con los llamados voluntarios de acompañamiento, que no eran psicólogos, algunos defendían que preferían trabajar con voluntarios antes que con psicólogos. El motivo se entenderá cuando se vea cómo funciona el cerebro de una persona en una situación crítica.
La capacitación en el personal medico
Los voluntarios, bien formados en intervención psicosocial y con experiencia en emergencias sanitarias, eran capaces de mantener una serenidad y una seguridad durante su actuación que contagiaban a las personas afectadas. Los psicólogos formados fundamentalmente en psicología cognitiva conductual manejaban más técnicas específicas. Se hacía evidente que esos recursos cognitivos no eran eficaces para una persona que, por las características de la situación, estaba muy lejos de poder pensar adecuadamente y de acceder a sus recursos cognitivos.
En TECH se les dotará del conocimiento de lo que está pasando dentro del cerebro de la persona afectada y de los recursos prácticos. Estos que durante veinte años se han estado aplicando con éxito en las intervenciones en el terreno. Además de tener una paleta de herramientas entre las que poder elegir cuál se adapta mejor a la situación a la que se enfrenta, también se tenga esa seguridad del que sabe y que se descubrirá. Va a resultar todavía más importante que los trucos terapéuticos que se maneje para el éxito de su intervención.
El profesional médico como apoyo psicosocial en emergencias
En diversas ocasiones no será posible hallar un profesional en psicología de manera inmediata cuando sucede una urgencia o emergencia. Sin embargo, la necesidad de una persona capacitada para atender este tipo de situaciones si es crucial. Esto debido a que esta, será la mediadora entre los pacientes y la situación que se presente, entre el personal médico y demás actores del accidente.
Por esta razón la capacitación de diferentes profesionales que puedan actuar en la pronta atención psicológica de los afectados es vital para la pronta solución del caso. TECH Universidad Tecnológica conoce que esta es una necesidad social muy importante. Es por ello que diseñó el máster ideal para capacitar al profesional de medicina en estos casos. El mismo se encuentra dentro de la Facultad de Medicina, donde es posible encontrar otras especializaciones tales como el Máster en Dolor y el Máster en Medicina Estética.
Sin embargo, si la meta intelectual del profesional se acerca a la temática revisada en el presente artículo, el Máster en Psicología de Urgencias y Emergencias es sin duda la mejor elección de formación especializada para él.