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Se pueden explicar ciertos fenómenos percibidos directamente a través de información contenida en datos obtenidos con anterioridad. Una gran parte de la comunidad científica y educativa en ciencias acepta la idea del conocimiento concebido no como una aproximación gradual a la verdad sino como acceso al mundo. Como un medio para otorgarle sentido, explicándolo y considerando que una cosa y la comprensión correcta de ella son, muchas veces, inseparables. De aquí nacen los paradigmas y las tradiciones de la investigación, ya que son estos quienes dictan la manera en la que cada quien percibe su realidad, como la interpreta y expone en diferentes contextos.
Es importante entender qué es la explicación científica, el rol de las teorías y los modelos en la explicación científica o investigación de esta, así como sus implicaciones para la enseñanza de las ciencias. La explicación científica se ha considerado como un problema que la epistemología debe responder. Una de las primeras cuestiones que se deben aclarar es qué se entiende por explicación y, con ello, explicación científica. En este contexto, no se entiende la palabra explicar como la acción de dar solo el significado de una palabra en concreta, sino una teoría en general.
Teniendo esto en cuenta, se pueden reconocer dos posturas respecto de la explicación científica, una de ellas fue sostenida por Pierre Duhem. Claro está, que en el sentido en el que las teorías científicas representan, pero no explican las leyes experimentales. También, Karl Pearson afirma que toda la ciencia es descripción y no explicación. Aceptando los términos explicar y explicación científica solo si son utilizados en el sentido de la forma descriptiva cómo y no en la determinativa por qué. La concepción actual es que las teorías explican los fenómenos describiendo la realidad subyacente a ellos y prediciendo nuevos fenómenos.
Antecedentes en los paradigmas y tradiciones de la investigación
Para muchos físicos, la ciencia es fundamentalmente explicativa, pues intenta explicar los hechos en términos de leyes y estas, en términos de principios. Aún dentro de esta concepción y en relación con el peso que se le asigna a los supuestos o condiciones y antecedentes del hecho que se explica. Se pueden distinguir los enfoques de los siguientes autores. Hempel (1965): la explicación parte de una declaración, de un fenómeno a explicarse. Encuentra un conjunto de leyes y enunciados sobre condiciones o antecedentes que implican una declaración.
- Bunge (1988): “los científicos no se conforman con descripciones detalladas: además de inquirir cómo son las cosas, procuran responder a por qué: por qué ocurren los hechos como ocurren y no de otra manera” (p.30).
- Humberto Maturana (1995): las explicaciones son proposiciones presentadas como reformulaciones de experiencias que son aceptadas como tales por un oyente con respecto a una pregunta que exige una explicación.
- Rolando García (1979): establece que una explicación física consiste simplemente en demostrar que un fenómeno dado es una consecuencia de leyes ya aceptadas.
- Larry Laudan: en su libro La ciencia y el relativismo (1993), le asigna diversas posturas a supuestos epistemólogos. Para este autor, “el objetivo de la ciencia consiste en obtener teorías con una elevada efectividad en la resolución de problemas” (Laudan, 1986, p. 11).
Investigación científica
En consecuencia, se puede concluir que describir la investigación científica implica varias cuestiones; por ejemplo, definir el fenómeno, así como sus características y componentes, definir las condiciones en que se presenta dicho fenómeno y describir las distintas maneras en que puede manifestarse.
De este modo, explicar significa incrementar el entendimiento de las causas del fenómeno y, además, refiere a la prueba empírica de las proposiciones de la teoría a las que les da apoyo. La capacidad de predicción está asociada a la posibilidad de pronosticar eventos que aún no ocurren y que pueden explicarse antes de que sucedan. Esta capacidad múltiple de descripción, explicación y predicción es lo que constituye el poder explicativo de una teoría, o siguiendo la postura de Laudan, su capacidad para resolver problemas, pues este autor afirma que:
«La preocupación central debería ser distinguir las teorías con un alcance amplio y demostrable en la resolución de problemas, de las teorías que no tienen esa propiedad sin considerar si las teorías en cuestión caen dentro del ámbito de la física, la teoría literaria, la filosofía o el sentido común.»
(Laudan, 1986, p.22)
Construcción teórica de los paradigmas y tradiciones de la investigación
Del mismo modo, existen construcciones teóricas que sirven como base científica para validar algunas definiciones, conceptos y métodos de investigaciones que se realizan en las ciencias sociales y en la educación. La claridad en los conceptos que se utilizan es fundamental en una investigación científica; por ello, un rasgo distintivo del método científico es utilizar un referente que sustente una teoría propia, esto conoce como un paradigma de investigación.
La filosofía de la Ciencia (1962), tesis de Kuhn marco una época muy importante, ya que fue el primer teórico en usar el termino paradigma. Contradijo el pensamiento que había de que la ciencia solo era la respuesta a grandes preguntas. De esta manera, provocó que el método de las ciencias naturales comenzara a ser cuestionado.
Para González (2014), un paradigma es una concepción general del objeto de estudio de una ciencia, sin embargo, a partir de Kuhn (1962), se entiende al paradigma como la constelación de creencias, valores y técnicas compartidas por los miembros de una comunidad científica, es decir, el patrón o marco interpretativo de la realidad que se produce cuando se acumulan demasiadas preguntas y el paradigma vigente no contesta. Esta acumulación obliga a las mentes creativas emergentes a elaborar un nuevo paradigma, capaz de responder a todas las interrogantes no resueltas.
Posteriormente, Morín (1984), citado en Gonzáles (2014), va más allá de la idea de Kuhn y presenta un concepto afirmando que un paradigma guía el desarrollo de una investigación y toma el mando sobre una acción. De este modo sostiene que “Un paradigma privilegia algunas relaciones en detrimento de otras, lo que hace que él controle la lógica del discurso”
Otras variantes de la construcción teórica
Asimismo, para Patton (1990), el paradigma indica y guía a sus seguidores en relación con lo que es legítimo, válido y razonable. Es así como el paradigma se convierte en una especie filtro que permite al investigador poder ver la realidad desde una perspectiva determinada; por lo tanto, este determinará, en gran medida, la forma en la que desarrolla su proceso de investigación.
Por otro lado, Ortiz (2000) indica que un paradigma es “el conjunto de normas y creencias básicas que sirven de guía a la investigación” (p. 2). Entonces, un paradigma de investigación es un modelo a seguir y tiene mucho valor en cualquier momento de la investigación, ya que, si se llega a romper, no se puede continuar. Finalmente, Ricoy (2006) afirma que “el conocimiento de los paradigmas de investigación nos ayuda a situarnos y conocer mejor el modelo o modelos metodológicos en los que nos propongamos encuadrar un estudio empírico” (p.2)
Paradigmas y tradiciones de la investigación en el aula
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