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Los odontólogos que trabajan habitualmente con pacientes infantiles son conscientes de la importancia de la primera visita, puesto que se establece el primer contacto del odontopediatra con el niño y con sus padres. El éxito de la futura relación con el pequeño paciente suele comenzar en este momento.
El odontopediatra debe estar preparado para evaluar y controlar la conducta del niño a la vez que realiza la exploración. Pero, a su vez, el paciente y sus padres van a evaluar también al odontólogo y el medio odontológico (personal auxiliar, aspecto de la clínica, organización, etc.)
Hoy en día se puede romper la cadena de la caries dental, dando las pautas adecuadas para el cuidado dental de un niño. Dichas pautas no empiezan en la primera visita al dentista, sino que van más allá, cuando los dientes empiezan a formarse en el vientre materno. Es muy común que, durante una consulta dental, se oiga a algún paciente decir: “Tener dientes malos es de familia”… No hay ninguna excusa hereditaria para padecer esta enfermedad o tener los dientes apiñados, lo que se pasa de generación en generación son los hábitos alimenticios, los patrones musculares y la actitud hacia la higiene oral. La caries y las enfermedades orales deben verse como un reflejo de la condición social de la familia y el equipo dental forma parte de la sociedad, por lo que entender el
contexto social es muy importante para tener éxito en la atención del niño.
En la evolución de la práctica odontológica es fundamental cambiar la naturaleza contradictoria, hablando en términos filosóficos, sobre la experiencia
dental, ya que durante mucho tiempo dicha experiencia fue considerada traumática por una gran mayoría de pacientes adultos que solo accedían a la atención dental en casos de dolor, y para que éste fuese aliviado. Por lo tanto, es importante que se introduzca dentro de la sociedad actual un tipo de experiencia más placentera a partir de la introducción de los servicios odontopediátricos desde edades tempranas. La práctica exitosa de la odontología pediátrica no es
simplemente la parte curativa, sino también garantizar una actitud y un comportamiento futuro positivo hacia la salud oral del individuo y su familia. Para este fin, es importante comprender el desarrollo infantil, tanto físico
como psicológico y cognitivo.
El odontólogo que se dedique a atender a los pacientes más pequeños está en una posición no solo de dar el tratamiento dental adecuado necesario, sino influenciar de forma positiva el futuro comportamiento y actitud que tendrán los niños hacia la salud oral y la odontología en general. También deberá sentirse cómodo atendiéndoles y ser hábil para comunicarse con ellos, ya que,
generalmente, el niño queda exento de culpa en caso de que el odontólogo no posea dicha habilidad. Todos los niños merecen y tienen derecho de recibir una
atención y, de ser necesario, un tratamiento restaurativo de calidad, sobre todo que dicho tratamiento vaya enfocado hacia la prevención y la erradicación de
la enfermedad de la caries dental. No está de más mencionar que se encuentran en una situación en la cual su cuidado físico (incluida la salud oral) dependen de
un adulto, y en la parte emocional no son capaces de prever las consecuencias de sus propias decisiones y comportamiento. Muchos países aun consideran poco importante la dentición primaria, sin saber que hay estudios sobre el tema
que han comprobado una relación estrecha entre la caries en dentición primaria y la dentición permanente, por lo que al dejar sin atención a estos pequeños estaría agravando su situación dental en el futuro. (Skeie MS et al)
Tanto el niño como su universo oral tienen características particulares, estas se agrupan en tres tipos:
• Características biológicas: Se destacan las diferencias que existen entre la singularidad del organismo del niño y el adulto.
• Características médicas: Pueden haber mucha similitud entre las patologías orales del niño y la de los adultos, y sin embargo hay otras afecciones que
son propias de la niñez.
• Características sociales: Son trascendentales ya que las patologías bucales en la infancia tienen una repercusión directa sobre la futura salud oral y general del adulto.
Todas estas características influyen directamente sobre el niño en diferentes aspectos:
• Crecimiento y Desarrollo: Ambas funciones están presentes en todos los períodos de la infancia. El niño no es un “adulto en miniatura”, existen diferencias morfológicas donde se incluyen las orales.
• Genético: Dado que los defectos hereditarios y las alteraciones congénitas ocurren durante el periodo fetal y/o durante el parto, estos pueden tener manifestaciones en la dentición temporal y/o permanente.
• Ambiental: El niño es sensible al medio ambiente por lo que factores como la alimentación, higiene, etc., tienen repercusión a nivel dental.
• Nutricional: Este factor es de gran importancia ya que influye en la fisiología y en la patología infantil.
• Interdependencia: Debido a que la mayoría de los problemas dentales en los niños tienen interrelación directa con los problemas dentales del adulto (los
hábitos higiénicos y la alimentación de los padres influyen en los del niño).
• Salud oral y prevención: Los problemas de salud adquieren mayor relevancia clínica y social durante la niñez, es por ello que su prevención es de gran
importancia.
• Tratamiento especializado: Existen algunas diferencias entre las técnicas del tratamiento dental en el adulto vs el niño: terapia pulpar, operatoria dental, traumatología, mantenimiento del espacio, sedación consiente, etc.
• Psicología: El niño evoluciona desde la psique primitiva hacia la plena actividad intelectual del adulto (Boj et al).
Cuando se habla del campo de acción de la Odontología Pediátrica, se hace referencia a las actividades que se desarrollan durante su práctica. Inicialmente, dicha práctica se limitaba a la restauración de las lesiones, la terapéutica pulpar y las exodoncias de dientes afectados, así como su posterior mantenimiento del espacio, dejando a la prevención en un papel muy limitado. Actualmente, existe un cambio notable que conduce hacia una nueva óptica de esta especialidad y que se encuentra más orientada hacia la prevención, posiblemente debido a
varios factores entre los que se encuentran:
• Un mayor conocimiento de la población con respecto al cuidado de la salud dental infantil.
• La comercialización de varios materiales sofisticados y agentes especiales para la prevención y tratamiento de enfermedades dentales.
• Una mejor tecnología en la forma de dar atención dental.
• Mejores materiales estéticos para uso clínico.
• Cambio radical para el control de infecciones.
• Y lo más importante, el reconocimiento del niño como individuo.
Por lo tanto, el alcance de la Odontología Pediátrica actualizada, incluye:
• Psicología infantil y guía del comportamiento.
• Comunicación y participación de los padres en el cuidado dental.
• Consideraciones sobre el cuidado oral prenatal, natal e infantil.
• Odontología restauradora y terapéutica pulpar.
• Supervisión del crecimiento y desarrollo craneofacial, ortodoncia preventiva e interceptiva.
• Medicina oral y radiología.
• Medicina pediátrica y cirugía.
• Cariología e inmunología.
• Prevención y Odontologia Comunitaria
• Atención de la salud oral en pacientes con necesidades especiales y comprometidos medicamente.
• Manejo farmacológico, sedación y Odontología Hospitalaria.
• Maltrato y negligencia infantil (Odontopediatría forense).
• Odontología Pediátrica y Genética.
Entre los objetivos principales que se tienen de esta especialidad odontológica, están los siguientes:
• Lograr hacer de ellos unos buenos pacientes y futuros buenos ciudadanos.
• Inculcar un buen comportamiento y una actitud positiva hacia la Odontología.
• Introducir e implementar los principios de la odontología preventiva desde el nacimiento, incluyendo la orientación y el asesoramiento de los padres sobre cuidados dentales durante la niñez.
• Diagnóstico precoz para un tratamiento temprano.
• Restaurar la estructura dental perdida para mantener la armonía entre los tejidos duros y blandos.
• Guiar la oclusión haciendo tratamientos preventivos para evitar maloclusiones.
• Manejo de los niños con necesidades especiales o comprometidos medicamente.
Historia clínica: objetivo, fundamentos y estructura
La historia clínica odontopediatría es una parte de la historia de salud general del niño. Debe recoger la dimensión evolutiva asociada con el desarrollo, cuál es la participación de los padres en el cuidado de la salud bucodental y la intervención previa odontológica profesional, ya que forma parte de la experiencia previa del paciente.
Desde una perspectiva asistencial, se denomina historia clínica al relato, escrito o verbal, de la enfermedad de un paciente.
Sin embargo, en la historia odontopediatría se rompe la habitual relación lineal odontólogo-paciente, siendo sustituida por una relación triangular conformada por el niño, el odontólogo y sus padres.
Anamnesis
La anamnesis es una parte fundamental de la historia clínica odontopediatría y debe preceder siempre a la exploración clínica. En los pacientes de menor edad va a ser relatada por un intermediario, generalmente el padre, la madre o ambos.
El interrogatorio que realiza el profesional con el objetivo de recopilar la información puede ser dirigido o pasivo.
Filiación
Se registrarán en la historia clínica los datos de filiación (nombre, dirección, teléfono de contacto, etc.). También se debe registrar la fecha de nacimiento, el sexo y la procedencia.
Asimismo, resulta útil recoger información que facilite la relación del odontopediatra con el paciente, como puede ser su nombre abreviado o apodo familiar, curso académico, gustos y aficiones, actividades favoritas, mascotas, etc.
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