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El concepto one health (traducido al español como ‘una salud’, ‘una sola salud’ o ‘salud única’) se comenzó a gestar a comienzos de la década del 2000. Esto a raíz de la crisis internacional de gripe aviar; teniendo su base en una noción conocida desde hace más de un siglo. Esta asegura que la salud humana y la sanidad animal son interdependientes y están vinculadas a los ecosistemas en los que cohabitan.
Se trata de una estrategia global para aumentar la comunicación, la colaboración y la coordinación interdisciplinar, principalmente entre médicos y veterinarios. Lo anterior, con el fin de aumentar la protección de la salud de las personas, de la salud de los animales y del medio ambiente, entendiendo que todas están interconectadas. Sí, inicialmente este concepto se ha enfocado hacia el control de las zoonosis, en pocos años se ha aplicado este enfoque al control de las antibioresistencias a través de la construcción de planes preventivos que integran a las personas, los animales y el impacto en el entorno, extendiéndose cada vez más a otras áreas que necesitan este enfoque integrador.
Posteriormente, científicos de instituciones y universidades internacionales han ampliado el concepto one health; así, desarrollando el concepto one welfare (un bienestar) que reconoce la relación entre el bienestar animal, el bienestar humano, la biodiversidad y el medio ambiente. Todo ello, proporcionando un marco para fomentar la colaboración interdisciplinaria. Esto con el objetivo de mejorar el bienestar humano y animal en un ámbito global como un todo bajo el paraguas de la salud única.
Unificación
Esta ampliación está aún menos desarrollada, aunque, sobre el papel del animal de compañía en la sociedad actual, el vínculo emocional hombre-animal y la convivencia estrecha puede aportar muchos beneficios físicos y psíquicos a las personas, mejora la convivencia comunitaria, ayuda a un envejecimiento más activo y a la conservación más prolongada de la independencia, como también al desarrollo de los menores.
Aunque el concepto one health estuvo extendiéndose poco a poco, no obtuvo visibilidad hasta que en el año 2008. Esto sucedió en la conferencia de Sharm el-Sheij en Egipto más de cien países adoptaron un documento común.
Este define las medidas mundiales necesarias para coordinar mejor las políticas sanitarias médicas y veterinarias para prevenir y luchar contra las zoonosis, constituyendo un marco estratégico mundial para reducir los riesgos de las enfermedades infecciosas, documento que se redactó como una alianza formal entre la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), con el apoyo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), del Sistema de las Naciones Unidas para la Gripe (UNSIC) y del Banco Mundial.
Desgraciadamente, en todo este tiempo pocos países han llevado a la práctica estas medidas y la realidad es que la salud humana y la salud animal aún trabajan en paralelo con muy pocas confluencias, hecho que conduce al derroche de recursos humanos, y económicos, como también a una ineficiencia generalizada en la prevención de las enfermedades infecciosas. Lamentablemente, el conocimiento que se tiene de la distribución global de la gran mayoría de las enfermedades infecciosas es extremadamente pobre.
Medio ambiente
En el Informe de Fronteras sobre cuestiones emergentes de preocupación medioambiental publicado en 2016 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), refleja que en las últimas dos décadas las enfermedades zoonóticas han ocasionado costes directos de más de 100 billones de dólares y que las pérdidas habrían sido de varios trillones si estos brotes se hubieran convertido en pandemias humanas. Todavía es pronto para calcular el impacto económico y social que ha tenido la pandemia de COVID-19; pero es previsible que la estimación del 2016 se haya quedado corta.
Estos efectos serían menores si en los proyectos de desarrollo se hubieran aplicado salvaguardias y realizado análisis socioambientales; teniendo en cuenta el efecto que tienen los impactos acumulativos en los recursos naturales y en la biodiversidad. Además, no solo el efecto de cada proyecto de forma individual. El análisis de un riesgo depende de factores como la información disponible, la rapidez con la que se requiere la evaluación y la complejidad de las cuestiones a evaluar. Esto, analizando estos datos se puede descubrir el comportamiento de los agentes infecciosos.
En esto los servicios veterinarios tienen mucho que aportar a través de los datos y el análisis que recopilan a diario sobre los animales. Además de su entorno y la relación que los animales tienen con el medio ambiente y los seres humanos, pudiéndose instaurar un sistema de alertas tempranas. Esto para así ayudar a predecir y prevenir brotes que puedan afectar la fauna salvaje y doméstica, así como a los humanos en todo el mundo. Además, la aplicación de las salvaguardias ambientales y sociales añade otra capa de protección. Esto para evitar que los daños sean permanentes, asegurando la protección de la salud ecosistémica, humana y animal.
El papel del veterinario clínico en one health
El trabajo de la mayoría de los centros sanitarios veterinarios está enfocado a la medicina preventiva de manera natural. Esto a través de programas de vacunación, desparasitación y descubrimiento temprano de infecciones con enfermedades zoonóticas, la mayoría vectoriales; se realiza, tanto para proteger o tratar en fases iniciales a los animales como para proteger a las personas que conviven. O, que, por otro lado, puntualmente podrían tener contacto con los animales.
Además, se está ejecutando continuamente una labor de información de los poseedores de animales sobre una convivencia saludable y sobre una tenencia responsable. Así, teniendo como objetivo el bienestar de los animales y de las personas e intentando evitar accidentes, agresiones o abandono de animales. Toda esta labor se procede de manera constante y natural con este enfoque one health-one welfare, haciéndose en realidad una labor de protección de la salud pública. Aunque, muchas veces, no se sea consciente de ello o no se transmite con suficiente contundencia a la sociedad.
En gestión de un centro veterinario se debe tener presente este papel de la actividad veterinaria en la salud pública, asegurar el bienestar animal y empezar a darle valor. Esto tanto en el diseño de los programas profilácticos, en los protocolos de medicina resolutiva, como también en los planes de comunicación.
Hay que prestarle una atención especial a la responsabilidad que se tiene en torno a la creciente antibiorresistencia dada su importancia. Lo anterior, tanto para la salud de los animales, para la salud pública como también para los procesos de gestión. Mismos que tienen que dar respuesta a las restricciones legislativas creciente en torno al uso y control de los antibióticos. Todo ello intentando adelantándose a los acontecimientos para que las modificaciones legislativas no represente un problema en la cuenta de los resultados.
Estrategias para el cuidado animal
Dentro de los múltiples campos que existen en el ámbito de la veterinaria, uno de los que mayor impacto ha generado en la sociedad es la preservación de la salud. Esto se debe a que él mismo responde a una necesidad y un derecho generalizado en todas las especies, el derecho al bienestar y a la vida. Por esta razón, se ha hecho crucial que existan profesionales que busquen y conformen estrategias que les permitan alcanzar este objetivo. En muchos casos la manera más efectiva de lograr esto es mediante la especialización académica.
TECH Universidad Tecnológica actualmente se posiciona como la mayor universidad digital del mundo. Esto se ha logrado mediante el desarrollo constante de su portafolio educativo de la mano de su equipo de expertos. Caso de ello sucede al interior de su Facultad de veterinaria, dedicada por completo a este campo. Allí, es posible encontrar posgrados tales como el Máster en Nutrición Veterinaria y el Máster en Medicina Interna en Especies Mayores. Sin embargo, para aquellos interesados en dominar el campo de la administración veterinaria, no cabe duda que su mejor elección será tomar el Máster en Gestión y Dirección de Centros Veterinarios.