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La filosofía es, más que una ciencia, el amor por el conocimiento. Esto ha permitido que se convierta en una de las bases del mismo, buscando el como y el porqué de la misma vida desde tiempos remotos. Los más grandes pensadores de la historia han aportado a la construcción de ello, y es por esto que resulta crucial como base educativa. La etimología y definición del término filosofía nos permiten conocer como se construyo la creación de este término desde el comienzo de su misma historía.
‘Philía’ y ‘sophía’: traducción y significado
El término ‘filosofía’ proviene del griego y es un término compuesto a partir de otros dos. El primero de ellos es ‘philía’ que se traduce como ‘amor’ e incluso como ‘amistad’. En la semántica griega antigua, el término ‘philé’ o ‘philía’ no tiene unas connotaciones tan determinadas como es el caso del castellano ‘amistad’ o ‘amigo’; más bien se usa para designar aquellas relaciones humanas entre iguales que están basadas en el afecto mutuo y por vinculación libre.
En el mejor de los casos, tales relaciones con un objeto amado estaban basadas también en las excelentes cualidades de tal objeto o sujeto. A su vez, el segundo de los conceptos, el de ‘sophía’ tiene unas connotaciones muy amplias. Se refiere al conocimiento por antonomasia de las cosas más valiosas para el conocimiento; ya sea por su índole superior a la mayoría de los conocimientos que se poseen, como al orden de las cosas y a la capacidad de verlas desde su origen y fundamento.
Con el fin de diferenciarse de los sofistas, Sócrates se denominó a sí mismo filósofo, es decir, amante o amigo de la sabiduría. Esto en una posición de modestia y de admiración ante el objeto; y no como sabio o el que dice saber y se afana por demostrarlo ante los demás.
La aparición del término ‘filosofía’
En los diálogos platónicos aparece por primera vez el término ‘filosofía’ con el significado que se le atribuye actualmente. De hecho, la figura de Sócrates es la del filósofo par excellence. Se distingue por buscar la verdad por encima de todas las cosas y de hacerlo mediante el uso de los logoi o argumentos. El filósofo es el que sigue el camino de la razón para investigar los asuntos más dispares. Esto desde cuál es el modo más adecuado de vida para el ser humano, hasta cuál es entre todo el mejor régimen político.
El término ‘filosofía’ surgió para distinguir a una serie de pensadores que, a diferencia de los sofistas, no se dedicaban a enseñar por un determinado precio. Se dedicaban a la sabiduría como algo que consideraban bueno en sí mismo.
De entre las muchas escuelas y sabios de la antigüedad, Platón creyó posible entresacar algo común a todos ellos. Desde luego esto no estaba presente en los sofistas: que el conocimiento y la sabiduría se deben cultivar por amor a estos mismos. A su vez, que dicho conocimiento o sabiduría nunca son del todo alcanzables; por ello, antes que fingirse en posesión de ellos es mejor aceptar la propia limitación. Sócrates enseñaba filosofía, eso viene a decir Platón, y con ello no se refería a un cuerpo de doctrina transmisible de unos a otros (Sócrates no escribió nunca un tratado), sino más bien, un modo de vida caracterizado por un amor inquebrantable a la verdad.
De los discursos sobre la naturaleza a la filosofía
Como se ha visto, los primeros físicos o filósofos de la naturaleza no se denominaban así, ni siquiera por sus contemporáneos. Eran llamados sabios sin reparos, porque eran aquellos que se dedicaban a saber cosas por el mero hecho de conocerlas. Como su primer objeto de estudio con interés fue la naturaleza (en sentido amplio, por ejemplo, incluyendo los astros, y como un todo) sus tratados comienzan con el título perí physeos, es decir, “sobre la naturaleza”.
En el Fedón, Sócrates critica esta manera de “hacer filosofía” porque la considera alejada de la experiencia y el sentido común. A su juicio, el filósofo debe atender antes a las cosas que tiene delante, como son los asuntos humanos, y no buscar las causas y principios de algo que le supera enormemente como es la naturaleza en su conjunto.
Definición aproximativa de la ‘filosofía’
Con se ha visto hasta ahora es posible hacer una primera aproximación científica a la definición de ‘filosofía’: El deseo natural de saber transformado mediante la reflexión y la crítica racional en un amor por la sabiduría que gobierna todas las cosas. En su Introducción a la filosofía, Leonardo Polo ofrece una caracterización de la filosofía que considero muy acertada:
«En suma, la filosofía empieza por el descubrimiento de lo intemporal. La filosofía solo puede empezar admirando. Pero con ello solo empieza; después vienen las formulaciones y las aporías. La filosofía no es [solo] un acontecimiento histórico que tuvo lugar una vez en Grecia, en las costas espléndidas del mar Egeo; no, la filosofía surge según el acontecimiento de la admiración: unos hombres cayeron en la cuenta de que no solo hay tiempo. Esto tiene carácter de un acicate para saber más.
Polo, 35.
Los sofistas enemigos de la filosofía
En sus diálogos Platón transmite una imagen negativa de los sofistas. Lo cierto es que durante décadas fueron los educadores de las clases altas griegas y con el paso del tiempo se convirtieron en profesores ambulantes que estaban disponibles para enseñar a cualquiera que estuviera dispuesto a pagar. Los sofistas se vanagloriaban de enseñar a los jóvenes a triunfar en la arena política y a salirse siempre con la suya en cualquier pleito o discusión política en la que estuviesen metidos.
Para entender el éxito de su formación debe tenerse presente que en las ciudades-estado de la antigua Grecia, el poder estaba en manos de los que mejor sabía hacer uso de la palabra para persuadir a sus conciudadanos de cuál era el mejor proyecto para la ciudad-estado. De ello hay un ejemplo clarísimo en La guerra del Peloponeso de Tucídides, donde los discursos de los magistrados, embajadores y políticos muestran cómo el uso de la palabra era fundamental para la acción política.
Ahora bien, esto hizo que se considerara el uso de la palabra para alcanzar el poder como la función fundamental de las discusiones, con el consiguiente desplazamiento de la verdad del terreno político. Contra este marginamiento de la verdad en la arena de los asuntos humanos es contra el que reaccionó Sócrates e inició una dura lucha contra los promulgadores de tal ideología.
A su juicio, la razón y la palabra no están fundamentalmente al servicio del poder, sino de la verdad, aunque eso pueda acarrear al que así actúa (el filósofo) la misma muerte. A diferencia del sofista, el filósofo también cultiva el uso de la palabra, pero no para ganar la discusión mediante la persuasión, sino con el fin de que durante la discusión aparezca la verdad del asunto sobre el que se discute.
La filosofía como base educativa
Más que enseñar acerca de la historia de la filosofía y como fue creada, el educador debe implantar el amor por el saber en el alumnado. Esto permitirá que el mismo tenga la posibilidad de realizar investigaciones de forma autónoma, además de lograr un proceso de transmisión del conocimiento desde el aula, más efectivo y rápido. Para lograr esto, el profesional en educación deberá capacitarse adecuadamente, obteniendo dominio del tema en este campo.
Para TECH Universidad Tecnológica es de vital importancia que su alumnado profesional cuente con las herramientas necesarias para desempeñar su labor de forma adecuada. Por ello, cada uno de sus programas educativos fue creado por manos expertas en el campo de aplicación. Tal es el caso de su Facultad de Educación, donde pueden hallarse especializaciones tales como el Máster en Psicopedagogía Social y Laboral y el Máster en Cooperación Internacional para el Desarrollo de los Pueblos. Sin embargo, para aquel profesional que busque enfocarse en el ámbito de la filosofía, no cabe duda que su mejor opción educativa será el Máster en Enseñanza de Filosofía y Valores Éticos.