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Desde el nacimiento de la filosofía, esta ha tenido una trascendencia tal que ha construido conocimientos que en la actualidad son tomados como realidades. Por ello sigue trascendiendo su importancia en la humanidad a pesar de que los años avancen y el ser humano evolucione. Los conocimientos y la historia que ha brindado como aporte la filosofía a la humanidad quedan plasmados de generación en generación, labor realizada por los profesionales en humanidades.
Mucho se ha escrito acerca de la importancia del lugar geográfico en el que nació la filosofía. Aunque no dejan de ser especulaciones, sí que hay algo cierto, la filosofía, en cuanto reflexión crítica de la propia circunstancia histórica en su más diversas vertientes, tuvo en las costas, sobre todo en las de Jonia, su caldo de cultivo.
El comercio e intercambio no solo de productos sino de ideas. Estas provenían de ultramar propiciaron la puesta en duda de las convicciones propias de las comunidades comerciantes. Así como en siglos posteriores el cristianismo en la figura de Pablo se expandió con rapidez por el Mediterráneo. La filosofía parece haber prendido a partir de la chispa de una pequeña colonia griega en el mediterráneo, para llegar a todos los rincones del mundo conocido.
El momento histórico: ss. vii-vi a. c y la democracia
En Jonia, en el borde oeste de Asia Menor, bajo la dominación lidia y persa, aconteció algo, en el siglo VI a. C., que nosotros consideramos como el principio de la filosofía europea. Con la escuela milesia, se abrió allí el primer periodo, denominado presocrático, de la materia que nos ocupa. Esos hombres, habitantes de una de las más grandes y prósperas ciudades griegas, con numerosas colonias propias y amplios contactos en el exterior, estaban dotados de una curiosidad infatigable sobre la naturaleza del mundo exterior. El proceso mediante el cual alcanzó su estado presente y su composición física.
En sus intentos por dar satisfacción a este anhelo intelectual de conocimiento, no excluyeron en modo alguno la posibilidad de una intervención divina. En cambio, que lograron una concepción de la misma muy distinta del politeísmo imperante en la sociedad griega contemporánea. Ellos creían que el mundo surgió de una unidad primigenia y que esa sustancia única continuaba siendo la base permanente de todo su ser. Aunque entonces se mostrase en formas y manifestaciones diferentes.
Conviene asimismo tener en cuenta que la filosofía no aparece antes, como se decía, por la dependencia del saber alcanzado y alcanzable respecto de los mitos y las tradiciones populares. Tan solo una paulatina autonomía de los pensadores podía dar lugar a un saber. Este, cuya seña de identidad es la capacidad en las propias facultades de los individuos para dar respuesta a preguntas de gran alcance existencial.
Dicha autonomía se logró con la creación de las ciudades-estado y la independencia respecto de las necesidades básicas de algunos individuos que podían dedicarse, a partir de ese momento, a la acción y la palabra, como gustaba decir Hannah Arendt. En concreto, un determinado régimen político propició la aparición de tales figuras autónomas, a saber: la democracia.
Nacimiento de la filosofía: base histórica de la filosofía
Lo cierto es que la conexión que puede hacerse entre cómo funcionaba y se hacía efectiva la democracia en algunas ciudades-estado griegas y cómo se da en la actualidad en muchos países occidentales es muy remota.
Ciertamente, la elección de los magistrados, las decisiones tomadas en conjunto, etc., son todas ellas características de un sistema. Este otorga el poder a los ciudadanos; sin embargo, en esas mismas ciudades-estado no existía algo así como el sufragio universal. Había esclavos y, en general, ciudadanos de primera y segunda clase (por ejemplo, en Esparta los ciudadanos de segunda clase vivían fuera de los recintos amurallados de la ciudad).
No obstante, sí que fueron lugares que optaron por gobernarse a sí mismas, con las consecuencias que eso implicaba. La que es de interés para el asunto que se está tratando fue la necesidad de darse a sí mismas una constitución. En el hecho de darse una ley a sí mismas se confería a uno o varios individuos la capacidad de encontrar, mediante la reflexión, una ley común para todos los ciudadanos.
Elaborada con base en la tradición, pero a su vez, en la categoría y autoridad de ese individuo. Fueron muchos los pensadores griegos de los orígenes de la filosofía que, además de ser considerados sabios en general, se les condecían honores por haber sido quienes habían dado sus leyes más generales a las ciudades-estado, es el caso, por ejemplo, de Tales y Parménides.
La valoración de la filosofía en Grecia
La valoración tan alta que los griegos dieron a la capacidad del ser humano de llevar a cabo acciones significativas y de elaborar discursos mediante la palabra y, sobre todo, el haber creado el espacio donde eso podía ocurrir, las ciudades-estado y el régimen democrático, jugaron un papel fundamental para el origen y posterior establecimiento de la filosofía. Como se verá más adelante, es imposible entender la figura y enseñanza de Sócrates sin tener en cuenta estas circunstancias históricas. Por supuesto debe quedar claro que:
«Ninguno de los problemas que nacieron de la forma del estado del siglo V limita su importancia a la esfera de la democracia ciudadana griega. Son los problemas del estado, sin más. Prueba de ello es que el pensamiento de los grandes educadores y filósofos nacidos de aquella experiencia llegó pronto a soluciones que trascienden osadamente las formas del estado existente, y cuya fecundidad es inagotable para cualquiera otra situación análoga».
Paideia, 265
La pregunta por el arjé (principio) de todas las cosas
Antes de hablar del primer filósofo, tal y como lo llaman los historiadores de la filosofía, conviene, con vistas a su correcta interpretación, dar una aproximación de lo que fue considerado filosofía en ese momento histórico. Primero, como es obvio, en ausencia de una tradición era imposible juzgar si lo que se hacía era ‘filosófico’ o no.
Segundo, poner el inicio de la filosofía un poco antes o un poco después no cambiaría mucho el asunto, porque lo interesante es fijarse en la filosofía como un modo de saber y de acercarse a lo que nos rodea para comprenderlo sin prejuicios, quién lo ejerció primero es, en ese sentido, irrelevante. Y tercero, la filosofía ha evolucionado con el paso de los siglos, así que basta con fijarse en qué germen o semilla se encuentra ya en los primeros filósofos.
La semilla que nació en la antigua Grecia, en la costa Jonia, llamada filosofía, contenía dentro de sí el deseo de saber acerca de la naturaleza como un todo a partir de un principio. La palabra griega para principio es arjé. El significado de esta palabra tiene su origen semántico en el terreno político, a saber: como dominio, poder, etc. El principio es el que gobierna.
El profesional y el nacimiento de la filosofía
El conocimiento es la fuente y la base de como se encuentra estructurada nuestra sociedad en la actualidad. Por esta razón se hace necesario que el mismo sea resguardado y transmitido a futuras generaciones, manteniéndolo así a través de la historia. Para asegurar que este conocimiento continúe existiendo con el paso de los años, los profesionales de diversas áreas se dedican a capacitarse en este ámbito.
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